jueves, octubre 30, 2003

Pues he estado la mar de entretenida leyendo un libro para niños. Se titula "Los perros de la Mórrigan" de Pat O'Shea. Y no me ha parecido especialmente para niños, sino para mayores de quince años, cuando menos: no lo digo por el tamaño del libro, que son quinientas y pico páginas, lo que ya está bien para un cuento.
Porque es un cuento, un cuento monumental, al estilo de las sagas (a las que tanto debe), dividido en libros, en los que el entorno y los peligros van variando, hasta hacerse francamente serios y desesperados. Es un cuento irlandés, sobre todo.

El protagonista principal es Pejota, un niño de diez años, que tras entrar en una tienda de libros de segunda mano y llevarse un fajo de hojas, restos de un viejo libro, empieza a encontrarse con algunas trampas malintencionadas y casualidades difíciles de explicar.
Estas novedades están unidas a la llegada al pueblo de un par de viejas extrañas, montadas en una Harley Davidson, y acompañadas de sus perros: son las hermanas de la terrible Mórrigan, a la que esperan; porque el libro que tiene Pejota lleva encerrado en su interior a Olc Glass, vieja serpiente maligna, que la Mórrigan codicia para volverse poderosa (con malos pronósticos para todos los demás si lo logra, por supuesto). Y es que la Mórrigan es la diosa de las batallas y se complace en las desgracias: un mal bicho, vamos.

Así que Pejota, con su hermana pequeña, Brigit, se ven metidos en los embrollos que les preparan las brujas, aunque siempre cuentan con la ayuda y los avisos de algunos inesperados consejeros (claro está, la Mórrigan tiene su opuesto, el Dagda: puro maniqueísmo el de las Mitologías antiguas).

Pero ésto no es nada, porque aún les espera hacer frente a la búsqueda de un legendario guijarro, que salió de la honda del mismo Cúchulain (el héroe mitológico más glorioso de Irlanda, por si no lo sabían) e hirió a la Mórrigan, manchándose con su sangre. Y se necesita esa gota de sangre para destruir a Olc Glass. Así que esos dos niños cruzan las puertas del Trasmundo para emprender su búsqueda, viajando, haciendo frente a trampas, engaños y peligros, y encontrando a personajes de lo más variado: tijeretas que se creen Napoleón, gigantas que hacen la colada, arañas tejedoras, alces majestuosos, un hombrecito de hojalata en lo alto de una veleta, que da indicaciones sobre el camino, quitándose el sombrero; el zorro Currú, la mujer triste de los gansos sobre la que siempre llueve, cabezas parlantes de antiguos guerreros, simples granjeros, vagabundos, posaderos...

Creo que lo mejor del libro son todos esos personajes, tan bien caracterizados, de diálogo chispeante, algunos con ocurrencias divertidas, otros siniestros, pero siempre sorprendentes, siempre entretenidos. No se aburre nada uno leyendo estas quinientas y pico páginas.
Aunque es bueno saber previamente alguna cosa de la mitología celta, y uno o dos cuentos de la zona, tampoco me parece que nadie se vaya a perder sin ello: no hay marañas de nombres, se lo aseguro. Todo es bien sencillo, claro y fácil de seguir. Y la traducción es preciosa, bien hecha, con gracia y saber, no creo que se pierda ni un juego de palabras, y sobre todo cuando se ha de transcribir el modo de hablar peculiar de un personaje, es graciosísima. Su traductor es Francisco Torres Oliver y recibió el Premio Nacional de Traducción por este trabajo, ya ven.

Así que sólo me queda recomendarlo, aunque he visto que el precio del libro no anima... como siempre, yo lo saqué de la biblioteca. Está recién reeditado en la Editorial Siruela y leí en alguna parte una buena reseña, que me animó a leerlo: por desgracia no recuerdo dónde...

De regalo, unas muestras de Mitología Celta y más Mitología Celta y más aún (cuidado los de vista cansada con estos colores)

martes, octubre 28, 2003

Casi me da risa firmar esta entrada, porque nada de lo que pongo lo he conseguido por mis propios medios:

Gracias al señor Nuberu, que me contó que había leído aquí que se iba a rodar una secuela de Los Piratas del Caribe... como muchos imaginábamos (¿a santo de qué ponerle subtítulo, si no se piensa rodar una segunda parte??).

Y, de nuevo fue Mr. Nuberu quien me proporcionó esta noticia
Al fin, podemos asegurar que, efectivamente, se proyectarán las versiones extensas de El Señor de los Anillos en este bonito país nuestro, aunque no en todas las ciudades: La Comunidad del Anillo en la primera semana de diciembre, Las Dos Torres, en la segunda... para concluir con la apoteosis final del estreno de la conclusión de la Trilogía, el 17 de diciembre.

Así que mejor digamos que este post lo firma Nuberu, que es el que se ha molestado en buscar la información... Reconozco públicamente que soy vaga e impresentable (juas, como si nadie se hubiera dado cuenta!!)

domingo, octubre 26, 2003

Otra incitación a leer: Una noche Conrad se puso a escribir El Corazón de las Tinieblas...
Veo que con el diario El País de hoy, venden por sólo 1 euro uno de mis libros favoritos. Yo prefiero mejorar la oferta, y aquí lo tienen listo para descargar gratis: El hombre que fue Jueves, de G. K. Chesterton

Imposible contarles el argumento sin destriparlo, porque la mayor emoción de la trama, como sucede siempre con Chesterton, reside en la sorpresa, en el equívoco basado en la costumbre y el prejuicio, y en cómo deshacerlo por medio del sanísimo sentido común. En el comienzo, vemos a dos poetas, el anarquista de rojo cabello y el defensor de la civilización, enfrentándose dialécticamente bajo un atardecer apocalíptico en el artístico suburbio de Saffron Park (Parque Azafrán, qué colorista es Chesterton siempre). Y, a continuación, el protagonista, Gabriel Syme, defensor del orden, hombre juicioso y poeta, se embarca en la peligrosa aventura de infiltrarse en el Consejo Anarquista, por el curioso medio de ser nombrado miembro del mismo: puesto que cada cada miembro lleva el nombre de un día de la semana, él será el Jueves.
A continuación, la realidad se desbarata en una sucesión de revelaciones; todo y todos resultan diferentes de lo que parecen, una y otra vez, en una espiral de paradojas que gira en torno a objetos sencillos, el vaso de leche del decrépito profesor, las gafas oscuras del doctor, la barba asiria del noble francés... Todo acaba siendo parte de una danza burlona y humorística, surreal y llena de sentido, un baile de carnaval en el que algunos detalles parecen iluminados con una peculiar mirada:

"When the herring runs a mile,
Let the Secretary smile;
When the herring tries to fly,
Let the Secretary die.
Rustic Proverb."

dice la nota que arroja el Presidente del Consejo Central Anarquista a sus perseguidores, el Consejo en pleno, mientras huye montado en un elefante blanco robado en un zoo... Cuando el arenque corre una milla, deja que el Secretario ría, cuando el arenque intenta volar, deja que el Secretario muera...

En la obra de Chesterton siempre acaba apareciendo la locura, la irracionalidad, como una corriente subterránea, un oculto dragón que se revuelve en las fronteras de la conciencia, listo para despertar y arrasar con nuestra ordenada realidad. El horror en Chesterton es enfrentarse a una realidad sin lógica, incomprensible e imposible de aprehender, contemplar el mundo y no saber lo que vemos: la ancestral serpiente de lo irracional nos acecha hundida en el barro primordial del pensamiento, por debajo de nuestra imaginación, en la pura locura. Fascina y aterroriza por igual. Frente a ello, el autor alza a sus héroes, anclados al Sentido Común, a la Razón, como verdaderos locos, llenos de vitalidad y de entusiasmo, caballeros andantes en medio de una batalla que se libra en la propia mente...
Además de todo ésto, Chesterton es el rey de la descripción colorista, de las luces y las impresiones como sólo alguien que estudió pintura podría describir. Hay matices y tonos de color en los cielos, en los atardeceres, en las calles y en los paisajes, llenos de evocaciones, que apenas ocupan cuatro líneas. Porque, además, Chesterton es un gran escritor siendo breve y sencillo, lo cual me parece el colmo de la grandiosidad.
Y ya no digo más. Sólo que a Borges le encantaba.

viernes, octubre 24, 2003

Parece que se ha publicado The League of Extraordinary Gentlemen, vol. 2. Pero no me ha quedado claro si se trata de las series o del segundo volumen en tapa dura.
Selene
SELENE: You are selene!
Ever wish you could be a vampire?
Then
Click Here to become a Vampire!



Which UNDERWORLD character are you?
brought to you by Quizilla

martes, octubre 21, 2003

"Desde un principio, vagamente, y, más tarde, con mayor claridad, he sentido que el mundo concibe la libertad como algo que sólo trabaja hacia fuera. Y yo siempre la he concebido como algo que trabaja hacia dentro."
Autobiografía, G.K. Chesterton
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sábado, octubre 18, 2003

He leído por ahí una definición de Underworld como una mezcla de Blade y Matrix y no me ha parecido una mala explicación de lo que se va a ver (si consideramos que la referencia a Matrix es una garantía de efectos visuales espectaculares, tan sólo). Desde luego, ella va vestida con ese estilo tan de moda, cat woman-trinity, que parece inevitable en el género fantástico últimamente: supongo que para delectación de los morbosos. Pero sólo se parece a Blade en el tema y todo lo que ello implica: evidentemente, siempre es de noche, y hay paseo por los subterráneos de la ciudad, con exhibición de acrobacias imposibles y negras gabardinas que ondulan cuando el protagonista camina (sobre ésto se hacen muchos chistes en Angel, por ejemplo, pero ésa es otra historia).

Me ha parecido una película entretenida: no pasará a mi lista de favoritas, pero reconozco que me ha gustado bastante (tengo debilidad por estos temas, por si no se nota). Ambientación oscura y lóbrega, bajo una lluvia casi constante. Amores contrariados, amores desgraciados y desamores. Enemistades seculares. Personajes pálidos de dientes afilados y ojos brillantes. Escenas de acción conseguidas, aunque ya es difícil impresionar al público con ningún efecto especial (ni con ninguna transformación en hombre lobo, o resurrección de vampiros resecos, en las que sigue resultando mejor una sombra y una insinuación... por mucho efecto CSI para ver el interior del cuerpo que nos pongan: qué manía más rara de enseñar costillas y venas)

Con una estética que recuerda a los años ochenta, los vampiros son elegantemente decadentes, en su lujosa mansión, rodeados de brocados y terciopelo, y los licántropos parecen marginales habitantes de las alcantarillas (pero no aparecen mujeres entre ellos, no sé porqué).
A veces, esta película parece complacerse demasiado en la ambientación, en la estética. Pero éste es un defecto que comparte con otras muchas películas, además del estiramiento del metraje a la hora del desenlace. Uno permanece interesado mientras se plantea la historia, se enreda la maraña y los personajes hacen su parte. Pero, cuando ya está todo planteado, definido cuál es el lugar de cada cual en la trama (su nicho ecológico, en este caso...) y sólo queda el remate final, que esperábamos breve y violento, se enredan en veinte minutos de peleas: no tiene demasiado sentido una exhibición de lucha, cuando una única escena concluyente hubiera bastado.

Y, por supuesto, todo acaba de tal manera que la segunda parte está servida en bandeja. Otra cosa en la que las películas de acción, aventuras y fantasía parecen coincidir últimamente.

miércoles, octubre 15, 2003

Y ahora, dejando a un lado las frivolidades, hablaré de uno de mis grandes referentes filosóficos, que también forma parte de las adicciones de El Forastero, según veo en su listado: son nada menos que Calvin & Hobbes. Estoy hablando en serio. Son existencialistas.
Mis historietas favoritas son las de muñecos de nieve: pura teoría sobre el arte y qué significa la subversión artística, opiniones llenas de buen juicio... acabando en una mueca y una burla.
Y me enganché a estos personajillos porque los publicaban en el diario portugués Público, y de eso hace ya casi diez años. Con ellos aprendí una de mis palabras favoritas: estaladiço... (es preciosa).
Ahora veo que nada menos que Gato Fedorento publicará en el susodicho periódico sus apestosidades. Razón de más para seguir leyendo prensa en la red.

lunes, octubre 13, 2003

Siempre es un placer leer lo que Rafa Marín escribe en Crisei. Más aún ahora que se ha explayado en un análisis acerca de un personaje de ficción por el que siento debilidad: el mismísimo Spike. Un análisis detallado, crítico y, a la vez, entusiasta. Una cosa estupenda. Todo lo que yo diga no puede compararse a la fabulosa experiencia de leerlo. (sí, soy una exaltada, ¿y qué?)

Y es que Spike es el personaje que más ha hecho por mi actual adicción al Whedonverso (osea, la serie Buffy y su spinoff, Angel). Para los no contagiados, sólo se me ocurre describirlo como una reencarnación de Rupert de Hentzau, mezclado con Syd Vicious. Un Malvado Encantador, lleno de perspicacia, en principio, que muy pronto empuja la trama hacia complicados vericuetos, con sus mutaciones, con su dualidad... (aunque todos los personajes de la serie tienen dobleces, muchos dobleces)
A los que aún no han sido atraídos irreversiblemente por el Whedonverso, les advierto: cuidado, no podrán dejarlo. Y es que es difícil no engancharse a una serie que contiene todos los elementos de una Tragicomedia Negra de Aventuras, y que transcurre en la misma Boca del Infierno. Como la vida misma, juas.

domingo, octubre 12, 2003

EL GRAN ARQUERO
El emperador de Japón visitaba sus provincias. En una ciudad, en cuanto llegó, vio una diana y una flecha clavada exactamente en el medio de la diana.
Un poco más lejos, durante su visita, vio otra diana con otra flecha. Esta segunda flecha también estaba clavada en el centro exacto de la diana.
Y así varias veces.
A la cuarta diana con un tiro perfecto, el emperador pidió conocer a tan extraordinario tirador.
--Oh, no --le dijo un dignatario de la ciudad--, no vale la pena, es un idiota.
--¿Un idiota? Pero, ¿cómo puede ser que un idiota tire con una puntería casi divina?
--Muy sencillo. Primero tira la flecha. Y después dibuja la diana a su alrededor.


Ya he copiado vilmente otros cuentos aquí y aquí de este libro: El Círculo de los Mentirosos, de Jean-Claude Carrière. Y he visto que no es caro en la edición de bolsillo, así que lo recomiendo con más entusiasmo. Incluso yo podría echarlo por ahí en un Bookcrossing...

jueves, octubre 09, 2003

Y ahora, un enlace a uno de mis grupos de música preferidos: Sargento García, que ya sé que lo he puesto antes, pero es que me gusta. Puede que tarde en cargar, pero tiene animaciones, música, reportajes; y no me pagan comisión, ni toca un primo mío. Sólo quiero difundir el buen gusto que me caracteriza.

Y unos cómics bien bonitos, que seguro que ya todos conocen, pero hoy no estoy para buscarles selectas curiosidades: La Petite Morte, que es una criatura de lo más tierno y entrañable. Un encanto, de verdad. Casi tanto como esos Adorables Chiquillos de Gorey que tanto me gustan. Aprendan el abecedario con ellos!!

Y llegué a Mondo cucamonga, gracias a la recomendación del Weblog Tolkiendil, que, además, nos mantiene al tanto de cualquier novedad que podamos echarnos a nuestros codiciosos ojos, a la espera de diciembre. Como diría Danuto, si no saben de qué estoy hablando, tienen un problema social.
Y ahora ya estoy definitivamente marcada como freak. Bien.

martes, octubre 07, 2003

lunes, octubre 06, 2003

Elogio de las plumas (fuente)

Pues sí, escribo con pluma. Otra rareza más. Una rareza que arrastro desde hace más de quince años, que yo recuerde, y que ha resistido incluso a los novedosos bolígrafos de tinta líquida (carísimos, y no usan recambios, con lo que tienes que tirar a la basura un instrumento en buen uso: es un desperdicio y seguro que es antiecológico).
Así que, puestos a usar bolígrafos desechables, uso los tradicionales. Y sigo escribiendo con pluma, que da la misma sensación de fluidez que los modernos bolis de tinta, pero en económico. Además, para qué negarlo, te da un aire elegante; siempre que no acabe por llenarte de manchas de tinta, claro (no, no tengo recetas para quitarlas, lo lamento).

De todas las plumas que he tenido, las que mejor resultado me han dado han sido las Parker Vector típicas, que antes se compraban por menos de mil pesetas (ahora seguro que no), y duraban un montón. Por ellas abandoné mi exclusiva fidelidad a las Inoxcrom, y tengo que usar dos tipos distintos de cartuchos (los recambios de ambas marcas son incompatibles).
Hace ya un montón que no tengo que comprar ninguna pluma, y me alegro: la última vez acabé gastándome el triple de lo que tenía previsto, pero estaba harta de las plumas baratas, que duran tanto como esas carcasas de plástico de colorines que tienen. Es que no creo en los productos de usar y tirar (por si no se notaba).

Para más ilustración, Historia de la escritura, en español, con explicación de maravillosas innovaciones, e Historia de las Marcas de Plumas. Todavía me acuerdo de que la primera pluma que usé era de mi abuelo y se llenaba en un tintero, con un émbolo y mucho pulso: estaba hecha de una especie de baquelita o celuloide, una joya anterior al plástico... y aún la conservo!!

Y he encontrado un equivalente londinense al Sanatorio de las Plumas, establecimiento que se encuentra en mi ciudad, incrustado en un edificio antiguo, para ser exactos, en el portal. Uno de esos locales donde se podía encontrar siempre un componedor de paraguas, un zapatero o un afilador de cuchillos. Oficios en vías de extinción, porque ya no vale la pena arreglar nada.

Al final me ha salido la vena decimonónica: es inevitable.

jueves, octubre 02, 2003

En días de lluvia apetece más leer novelas de detectives: nada como seguir una trama, acompañando al investigador mientras escucha a los testigos o recoge pruebas, sentados en nuestro sofá, sabiendo que afuera está cayendo una tromba de agua, mmm.
Así que estoy leyendo unos relatos protagonizados por el juez Di, en la China del siglo VII. La primera entrega se titula Tres cuentos chinos, y ahora voy por la segunda, El monasterio maldito. Su autor es Robert Van Gulik, y se publican en Edhasa formando una Serie (el precio me parece exhorbitado, pero bueno, yo no los pienso comprar)

Desconozco si la ambientación está lograda o no, pero al menos resulta creíble para los legos en la materia. Y los personajes se desenvuelven bien, la sociedad aparece coherentemente retratada, el juez y su ayudante-guardaespaldas forman un gran equipo, y los secundarios dan su toque de realismo, a veces un poco sórdido.
La historia es de las clásicas del "¿quién lo hizo?", que siempre me enganchan, aunque se enreda demasiado en la descripción de los lugares, los edificios, las habitaciones, lo que ralentiza el buen ritmo de la trama. A veces vendría bien un plano del lugar, un mapa de la región, para los pobres lectores que, como yo, carezcan de visión espacial.

Recomendable para todos los que se divierten con las clásicas aventuras de Sherlock, por ejemplo. Nadie iguala al Detective, (véanlo en Eureka, dijo Sherlock )pero con algo tenemos que entretenernos. Y sigue lloviendo.