miércoles, junio 20, 2012

STEFAN ZWEIG, Montaigne.
"Los acontecimientos de este mundo nada pueden contra tí mientras te niegues a tomar parte en ellos; el desvarío de la época no es una calamidad real mientras conserves tu claridad de ideas. E incluso los peores de estos acontecimientos, las aparentes humillaciones, los golpes del destino, los vives sólo en tanto que te muestras débil ante ellos, pues ¿quién sino tú mismo les otorga valor e importancia, les atribuye placer y dolor?. Tu yo no puede ensalzar ni denigrar nada excepto a tí mismo: ni siquiera a la presión exterior más fuerte le resulta fácil neutralizar a quien se mantiene interiormente firme y libre. Siempre, pero sobre todo cuando el individuo vea amenazadas su paz interior y su libertad, la palabra y el sabio consejo de Montaigne serán un alivio, pues nada nos protege más en una época de confusión y de bandos opuestos que la lealtad y el humanismo. Basta una hora, o media, con su libro para encontrar una palabra correcta y alentadora. Siempre y cada vez, lo que él dijo hace siglos sigue siendo cierto y válido para todo aquel que luche por su propia independencia. A nadie debemos estar tan agradecidos como a aquellos que, en una época tan inhumana como la nuestra, fortalecen el elemento humano que hay en nosotros; a aquellos que nos exhortan a no renunciar a lo único indeleble que poseemos, nuestro yo más íntimo, a pesar de todas las presiones y obligaciones externas, temporales, estatales o políticas. Pues sólo aquel que se mantiene libre frente a todo y a todos, conserva y aumenta la libertad en la tierra."