martes, diciembre 20, 2005

Antes de irme de vacaciones, dejo aquí un
Decálogo de un año que se acaba:

1) no se nos imponen obligaciones, se las crea uno mismo
2) mi tiempo es mío y yo decido a qué lo dedico, cómo lo pierdo
3) la normalidad es infrecuente: respétala
4) el trabajo es lo que me permite cubrir mis gastos diarios: no le dedicaré más energía ni pensamiento del que me están pagando.
5) no hablar de política: igual que no gasto una hora en peinarme y maquillarme porque tengo mejores cosas que hacer (ver punto 2)
6) tratar a todo el mundo con ecuanimidad, ser amable
7) huir de los aburridos (roban tu tiempo) y de los tontos (no descansan jamás)
8) mi dinero es mío y yo decido a qué lo dedico, cómo lo pierdo
9) no justificarse
10) casi seguro que te arrepentirás de acudir a una reunión/comida de compromiso (y añorarás tu cálido sofá, una novela, tener los pies en alto), pero nunca te arrepentirás de no haber ido.

Felices fiestas, Feliz Solsticio y Cambio de Año.

domingo, diciembre 18, 2005

Algunas series que estoy siguiendo:

1) C.S.I. (en sus variadas sucursales). Prefiero, con diferencia C.S.I. Las Vegas, que tiene protagonistas más definidos e interesantes, y un tono de objetividad científica a lo Sherlock que me gusta.
La serie de Miami lleva demasiada moralina, y la de Nueva York tiene un tono fascista, a cargo del personaje de Gary Sinise, que asusta. Pero el planteamiento sigue siendo entretenido y las ciudades tienen cada una su propia personalidad, que sale retratada para bien y para mal.

2) Sin rastro. Otra serie de indagaciones policiales, que estaba muy bien cuando sólo trataba de ésto, y no se metía a contar las vidas privadas de los investigadores salvo para darles un "lado humano". Creo que últimamente ha pasado a ser una serie sobre los problemas mentales que acarrea el divorcio a las personas con trabajos estresantes y traumas previos familiares. Y éso no es lo que prometían.

3) Crossing Jordan. A estas alturas está claro que me gustan las series de tema detectivesco, whodunit. La protagonista es una forense, sus compañeros de trabajo, su jefe, y su familia (reducida a un padre ex-policía que tiene un bar). Me recuerda a otra serie que me gusta, Monk, porque las tramas son ligeras pero suficientemente ingeniosas para mantener el interés. Es una serie de puro entretenimiento, sin más.

4) Las Vegas. No es una serie exactamente policíaca, aunque está hecha desde el punto de vista de los responsables de seguridad de un casino: hay argumentos detectivescos, con robos, estafas y tal, pero también hay simples anécdotas, enredos más o menos humorísticos. De momento me parece una serie con mucha variedad y tiene el interés de ver la fauna que se puede reunir en un lugar donde manda la exhibición del dinero y la diversión a toda costa. James Caan es un monstruo, por otra parte: vale la pena verlo en acción, metiendo miedo. Ya lo decía Crisei, Sonny redivivo.

5) Roma. Aunque haya quién la acuse de abusar de escenas de sexo y violencia, no me lo parece (cuando se elige seguirle el guión a la Historia, hay que asumirlo). Está muy bien el haber introducido una trama con personajes del pueblo, gente más corriente, para que no todo sea alta política y veamos las cosas desde un punto de vista más plebeyo. Supongo que lo que resulta chocante es ver la vida romana, tan parecida a la nuestra, y tan diferente, con su clasismo feroz, sus esclavos, sus valores y religión: es lo más interesante de la serie.

lunes, diciembre 12, 2005

1) Añadido a la Bodega: unos fragmentos de un librito que se titula El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida, de Philippe Delerm. Este libro me lo recomendó mi amiga S. hace tiempo y no hice caso en el momento (mal hecho). Pero se me debió quedar posado en el inconsciente, porque cuando lo leí, inmediatamente me acordé de ella: quizás también por los jerséis de otoño tan estupendos que gasta, y por el bibliobús, claro. Así que va con dedicatoria especial.

2) Además, también para leer, La camisa mágica, un cuento popular ruso, desde Las historias. Los cuentos populares tienen la adecuada dosis de truculencia, castigos desproporcionados y monstruos, como para satisfacer nuestras ansias de maravillas.

3) He ido a ver Harry Potter y el Cáliz de Fuego, y me ha parecido bien. Pero tiene un problema: no creo que sea comprensible del todo si no se ha seguido la serie (demasiadas cosas se dan por sabidas). Así que parece que esta película va dirigida a su público, a la clientela que ya conoce el producto y está enganchada.
Por lo demás, buenos efectos, suficiente intriga, adecuada dosis de amenazas mortales (aunque no demasiado) y todo lo que esperábamos. Por alguna razón, no siento demasiado entusiasmo, quizás porque se ha agotado la sorpresa (ya damos por sentado lo espectacular). En mi opinión, le falta oscuridad, terror, la inminencia de la muerte, la amenaza física, la soledad, que debería haber transmitido: sí, ya sé que tampoco es John Ford, pero un poquito más de densidad y de conflicto no vienen mal en una película tan larga.
Aunque me haya salido el lado gruñón, sigue siendo una película entretenida, y me ha gustado.

jueves, diciembre 08, 2005

Una convocatoria para que cada cual cuente qué diez películas cambiaron su vida. Yo no sé si tanto como cambiarme la vida, pero sí que me produjeron impacto, o impresión, o algún vuelco:

1) El Padrino (1972) y El Padrino II (1974): para mí, forman una unidad, una película de dimensiones de tragedia griega, una de esas historias que no se ven impunemente, que cambian la forma de ver el cine.

2) El hombre que mató a Liberty Valance (1962), una de las muchas películas de John Ford por las que siento devoción absoluta. No puede dejar indiferente ese final en que se muestra quién es el verdadero héroe, un héroe renuente, como en tantas películas de John Ford.

3) La princesa prometida (1987), un hito generacional, sin más. La película de la que más frases he soltado en público.

4) Ser o no ser (1942). La comedia más ingeniosa, entretenida e inteligente que yo haya visto. Admiro cada línea de diálogo.

5) Indiana Jones y el Templo Maldito (1984). La evidencia de que el cine podía ser otra cosa, éso que estábamos esperando: la aventura de vuelta a la pantalla grande.

6) Espartaco (1960). Ya sé que es buena, buenísima, pero yo la recuerdo porque contiene algunas de las escenas de amor más logradas y menos almibaradas que yo recuerde.

7) Robin Hood (1938).
8) El Capitán Blood (1935). Dos películas que parece que ví antes que ninguna otra, así de hundidas en mi memoria están.

9) El ángel exterminador (1962). Impresionantemente surreal. Buñuel no se parece a nada.

10) Master and Commander (2003). Me encanta esta película, sin más.

(Quedan en el tintero: Ninotchka, Días sin huella, Centauros del desierto, El hombre tranquilo, Historias de Filadelfia, Luna Nueva, Siete Mujeres, Calabuch, Milagro en Milán, El cebo, Zatoichi, Sospechosos Habituales...y tantas otras. Es lo malo de las listas, que hay que dejar demasiados nombres fuera)

martes, diciembre 06, 2005

Hoy se cumplen tres años desde la primera anotación en esta bitácora. El enlace que entonces recogí aún funciona, lo que casi me sorprende.
No me sorprende tanto que haya resistido varios años de navegación, con algunos remozados, limpiezas de casco, y averías, porque enseguida se le encuentra el gusto al manejo del timón.

Para celebrar la ocasión, se ha fregado la cubierta (nueva ubicación de los enlaces) y se ha estibado bien la bodega: Esperamos seguir enriqueciéndola con finas viandas.

(Para cualquier cuestión sobre los enlaces, sírvanse comentar y/o escribir, según sea su gusto)