miércoles, diciembre 31, 2008

Los 'Grandes Proyectos' para el próximo año se reducen a uno solo:
Leer 50 libros por año: Es curioso que ahora tenga que hacerme este propósito cuando antes me hubieran parecido pocos, pero los cambios de horarios, de rutinas, hacen que te olvides de cosas que solías hacer y que te gustaba hacer; así que es bueno recordarse a una misma que sigue siendo una Lectora, y que va siendo hora de volver a ser Lectora En Activo.
Siguiendo el ejemplo de P. Jorge, de Otis B. Driftwood, y de Cisne Negro, mi proyecto se ve más apetecible.
-----------------
Finalmente:
Que las musas nos inspiren, que la inteligencia nos dé el nombre exacto de las cosas. Y sobre todo, que el tiempo se vuelva dócil y amable cuando pase por nosotros.

viernes, diciembre 05, 2008

1) "Vidas sesgadas"
Tres veces lo dijeron en la radio, que ya son veces, porque si lo hubiera escuchado sólo una le hubiera echado la culpa a mi oído, algo tocado por culpa del resfriado. Así que debe tratarse de unas vidas así como oblicuas, un poco torcidas. El caso es que hablaban de una catástrofe y de las vidas perdidas en ella.

2) "Cobrar por dejarse perder"
Si dejarse perder fuese lo contrario de dejarse ganar, como la lógica nos dice, los jugadores de fútbol que dicen que cobraron por tal cosa, no sé ni porqué cobraron, ni si valió la pena. Antiguamente, dejarse perder tenía otro significado, pero no sé si los deportistas son unos perdidos o sólo es que yo todo lo entiendo mal.
Las palabras de la tribu comenta sobre el asunto también.

3) "Quantium of Solance" en vez de Quantum of Solace
Dos erratas en el título de una sola película, casi un récord. Ni todas las palabras latinas acaban en -ium, ni el mínimo consuelo del título en inglés gana nada con una 'n' de más. Quizás alguien creyó que Solance era el nombre de la bella partenaire de Mr. Bond, aunque creo que no existe tal nombre. He visto que en un montón de sitios han cambiado el título de la película a placer, así que no sé si dejándolo en su versión original estuvieron acertados.
Ya está embarcado en la bodega, un nuevo cuento, elegido de entre las muchas curiosas historias contenidas en Cuentos Chinos del Río Amarillo, edición de Imelda Huang Wang y Enrique P. Gatón, editorial Siruela.
Este cuento se titula La plañidera que no sabía llorar, y me ha parecido especialmente raro, por el uso de elementos de la naturaleza, por el concepto, por el simbolismo. Espero que lo disfruten.

miércoles, diciembre 03, 2008

Como muchos otros escritores, Chesterton ha pasado de estar en el listado de los raros y casi desconocidos, a reeditarse y ponerse de moda. Estupendo, porque así podré compartir lecturas con más gente. De este asunto habla Babelia, y creo que voy a echar una ojeada a esa edición de Acantilado de los relatos del Padre Brown. A los que no lo conozcan, les aseguro que, acercándose a las novelitas del cura detective creado por G. K. Chesterton, encontrarán unos relatos detectivescos clásicos, algo ingenuos pero llenos de crítica social. Siempre giran sobre lo engañoso que es dar las cosas por sentado y cómo nos dejamos guiar por apariencias sin preguntarnos jamás si son ciertas: puede acusarse al autor de hacer cuentos con moraleja, pero creo que le habría gustado, e incluso puede que celebrase el reproche como algo excelente. (Por mi parte, puedo sobrevivir a las moralejas, a los cuentos y a muchos otros horrores literarios, jé).
Sobre todo, son historias breves, entretenidas, con toques de misterio, de color, de curiosidades. Puede que no sean una obra cumbre de la literatura, pero mis gustos se inclinan definitivamente hacia el Padre Brown, y le perdono hasta el decidido propagandismo, no me importa nada (por una vez en la vida).
De paso, recupero esta página sobre Chesterton en inglés, que incluye enlace a sus obras disponibles en internet, y a sitios relacionados.