sábado, febrero 19, 2005

Cuando la gripe golpea duramente y te deja derrumbado durante un par de días, en ese profundo dormir que da la fiebre (que no sé si es inconsciencia, sopor o delirio), surgen los sueños más fabulosos. Lástima que, de toda esa colorida alucinación, no queden más que tres inquietantes imágenes, quizás por quedarse enganchadas en la puerta misma de la conciencia, como jirones. Sólo las recuerdo porque empezaba a despertarme ya y, en el umbral mismo, intentaba usar la razón para solventar el asunto del sueño.
Así que, en cuanto me he encontrado capaz, me he lanzado a resolver unas dudas con las que es muy malo pelear en duermevela.

1) ¿la luna siempre nos oculta la misma cara, por más que gire en su rotación? La respuesta aquí, junto con una explicación del porqué.

2) ¿los caballos tienen buena visión nocturna? Con todas las huídas y persecuciones en plena noche que aparecen en los libros de aventuras más clásicos, tendría que ser así, ¿verdad?. Pues resulta que sí, tal como dicen en este lugar.

3) ¿hay algún deporte que se practique sobre patines de ruedas? Pregunten a la federación, no les cuento más.

Confieso que una de las cosas que más me sigue gustando de internet (y que más echaba de menos cuando no lo tenía) era el poder quitarme de encima cualquier curiosidad inmediatamente, antes de que empiece a picar un poco siquiera.

domingo, febrero 13, 2005

Queda refundada La Hispaniola, aprovechando que me acompañan tres ingredientes necesarios para hacerlo: tiempo, humor y perspectiva:

1) el tiempo es uno de esos temas de los que seguro que ya hemos dicho todos los tópicos posibles, del derecho y del revés, así que úsense los refranes que vengan al caso: el tiempo nunca alcanza para lo que uno querría hacer. Pero sigo leyendo y seguiré comentando, enredando, yendo y viniendo... y tendrán noticias mías.

2) el humor (sentido de-) es de lo más importante para cualquier proyecto, sobre todo si no se persigue más fin que divertirse, no se tiene afán de transcender, ni vocación, nada más que ganas de hacer algo por el puro placer de hacerlo.

3) la perspectiva no falta: sigo teniendo buenas vistas desde mi ventana, despejadas y muy urbanas (es decir, chimeneas contaminantes, ropa tendida en las azoteas, tejados y una gasolinera), así que puedo mirar a lo lejos cuanto me alcance la vista.

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Una vez que hemos limpiado los fondos de la nave (falta le hacía), ya es hora de fijar un rumbo. Así que dejo anotados aquí los libros que planeo leer, aunque nada garantiza que un viento contrario no me haga recalar en otras playas:
- Cortázar, Cuentos completos
- Camus, El extranjero
- Malraux, La condición humana
- Philip K. Dick, El hombre en el castillo

Casi todas las palabras relacionadas con la navegación, están rodeadas de una poesía innegable, y éso es lo que hace en parte tan atractivas las novelas de Stevenson, Verne o Salgari. Pero de todas esas palabras es la más hermosa y poética la que llama derrota a la travesía.
Andrés Trapiello, Las cosas más extrañas

jueves, febrero 10, 2005

Al fin, he vuelto. Sí, ya es mío, todo mío, el bendito cable que me permitirá asomarme a internet. Ah, ahora podré salir de nuevo a alta mar, meterme a curiosear en lo que me apetezca, no depender de cómo esté surtida la biblioteca más cercana, creerme que puedo vencer las limitaciones del lugar donde vivo, sentirme entre los enterados y llenarme de estúpida superioridad, pensar que estoy mejor informada y que éso sirve para algo, en fin, ahora tengo línea y puedo volver a mi ser.
Qué maravillosa sensación al levar anclas.

jueves, febrero 03, 2005

Los problemas caseros ajenos (como las enfermedades ajenas, no nos engañemos) rara vez son interesantes de escuchar. Y los míos, mucho menos.
Así que, sólo dejo anotado que sigo sin noticias de la compañía de cable. La resignación no es una virtud, es un barniz para cubrir un burbujeante resentimiento.