domingo, mayo 30, 2004

En toda Europa, los torneos se convirtieron en la ocupación más absorbente para las clases caballerescas aparte de la caza y la cetrería, y de la guerra. Sin duda, el consumo de bebida y el juego que tenían lugar en tales festividades eran uno de los motivos para la oposición de la Iglesia, pero también lo era el número de muertes. Un combate en particular, en 1180, atrajo a más de tres mil caballeros armados y montados. Enloquecidos por la sed de sangre, galoparon sin piedad sobre los hombres a pie, cargando salvajemente contra todo aquello que se moviera. Los cuerpos alfombraron el suelo. El combate en un torneo finalizaba cuando se daba la señal de detenerse o cuando un caballero, próximo a la asfixia en una armadura tan tremendamente abollada que sólo podía quitársela un herrero, era incapaz de tenerse en pie.
Gradualmente, el número de participantes en tales encuentros se redujo a pequeños equipos. Los desafíos formales a entrar en "liza" evolucionaron hasta expresarse en un lenguaje decoroso por parte de unos caballeros que actuaban por propia iniciativa. Esas justas seguían siendo condenadas por la Iglesia por el elevado índice de bajas. En Alemania se desarrolló un código estricto de honor, de manera que no podía participarse sin presentar antes pruebas de ascendencia noble. Cuando un caballero se encontraba con otro se esperaba que se levantase la visera y revelara su identidad; el saludo militar es un legado de ello. Incluso hoy en día, en la esgrima de competición, está prohibido salir a la pista con la careta ya puesta o iniciar un asalto sin saludar primero al oponente.


Blandir la espada de Richard Cohen, Cap. I: Cómo empezó todo

sábado, mayo 29, 2004

Desde Ten Brinken, un curioso y literario test:

Eres Baudelaire... hace falta decir algo? Espero
que, como minimo, adores a los gatos, de vez en
cuando lleves el pelo verde y bebas mucha
absenta. Si nada de eso ocurre y encima eres un
escritor mediocre... es para matarte!!!!


Que perverso escritor escondes bajo tu piel?
brought to you by Quizilla

El caso es que no me gustan los gatos, y la absenta me resultaría difícil de encontrar, aun en el caso de apetecerme beberla (prefiero el vodka), pero, por lo demás, sí que me gusta el pelo verde y Baudelaire.

viernes, mayo 28, 2004

"Desde el tercer milenio antes de Cristo el lenguaje ha estado lleno, en metáfora y aforismo, de imágenes de estocadas y tajos. Nos estrechamos las manos para indicar que no vamos a recurrir a nuestras espadas; un caballero le ofrece a una dama el brazo derecho porque hubo un tiempo en que en su cadera izquierda había una espada; un abrigo de hombre se abrocha a la izquierda, de forma que un duelista pueda desabotonárselo con la mano zurda, la que no está armada. Los dos grupos principales de la Cámara de los Comunes están separados por la longitud precisa de dos hojas de espada; y en el armario de cada miembro del Parlamento sigue habiendo una lazada de seda de la que colgar la espada. Los pilotos kamikaze se llevaban consigo a las cabinas sus espadas de samurái."
Ésto se dice en el Prólogo de Blandir la espada. Historia de los gladiadores, mosqueteros, samurai, espadachines y campeones olímpicos, obra de Richard Cohen. No recuerdo cuándo ni dónde leí el comentario que me incitó a leerla, pero quien fuese me hizo un favor. Un regalo.

sábado, mayo 22, 2004

Instrucciones para un fin de semana Realmente hecho a medida:

Ingredientes:
1- vídeo y surtido de viejas películas, con temas regios o adecuados a la ocasión (recomendada "Historias de Filadelfia")
2- cartelera de cine
3- una novela de buen tamaño, que al hojearla nos haya dejado atrapados durante al menos tres páginas
4- radio, para escuchar programa de madrugada sobre cine
5- compañía selecta (si es posible)

Modo de proceder:
El viernes por la tarde se llega a casa acarreando un grueso volumen titulado Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero, de Álvaro Mutis. Ante la presencia de las potenciales historias, atesoradas en ese libro, el interés por cualquier otro entretenimiento se entibia, mengua y acaba desapareciendo. Nos dan las cinco de la madrugada y nos hemos metido entre pecho y espalda tres novelitas, hemos simpatizado con el Gaviero, y nos vamos a dormir un rato, con el ánimo confortado por su mezcla de abandono en el azar, serena visión y alegre melancolía.
Al día siguiente, nos levantamos tarde, nos ojeamos la prensa, y, para distraer la preparación y degustación de la comida, nos vemos La reina Cristina de Suecia. Admiramos lo bien que le sientan los pantalones a la Garbo, el recurso al sombrero de ala ancha un poco caída, para ocultarse o revelarse a voluntad, y el consejo de belleza del día: lavarse la cara con nieve (en realidad, para este momento, había elegido la María Estuardo de John Ford, que es menos frívola, pero la tengo prestada).
A continuación, puede elegirse una película de aventuras y llegarse a la primera sesión de los cines, que suele estar muy tranquila.
Para rematar, recomiendo escuchar Lo Que Yo Te Diga, en su horario habitual de madrugada, y el domingo, irse de excursión.

Bon appetit

miércoles, mayo 19, 2004

Hay días en que lo que pensaba contar, ya lo encuentro dicho (y mucho mejor de lo que alcanza mi talento hoy). Así que, ahí les dejo unos enlaces.
La película Troya, comentada en Crisei, con opiniones que comparto: a mí también me gustó. Hace tiempo (desde el western clásico, creo) que no veía un enfrentamiento entre dos bandos sin buenos ni malos, simplemente cada uno defendiendo lo que cree, comprendiendo la postura del rival, pero sin poder abandonar la suya. Y Eric Bana, que tan insulso me pareció en Hulk, aquí tiene una gran oportunidad interpretando a Héctor, y se luce: la película es suya. Hay que reconocer que el elenco está bien elegido (no, no me está cegando la exhibición de tanto mozo bien proporcionado). Incluso le perdoné las licencias que se toma con la historia, a cambio de la aventura, la rivalidad, la épica y los personajes. Voy a volver a verla.
Si quieren más información en español: en La Butaca.
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En garde! dice Eledhwen, dispuesta a tenernos entretenidos con un montón de material de lectura (y qué buena selección), ahora que se avecinan los malos tiempos en que hasta por sacar libros en las bibliotecas tendremos que pagar. Cultura para todos (já).

viernes, mayo 14, 2004

Breve índice de anotaciones:

1) Por fin he conseguido echarle el guante al libro Garbo, doble agente de Tomás Harris: después de leer esta reseña sentí renacer mi apolillado apetito (he estado muy renuente a hincarle el diente a ningún libro nuevo últimamente). Pero tendré que dejarlo aparcado unos días: este fin de semana toca vida social a muerte.

2) La película Van Helsing sólo es recomendable para aquellos que sepan olvidarse el criterio "serio" en casa, y para quienes hayan disfrutado con "joyas" como Blade o Underworld (por ejemplo, yo misma, juas). Los que quieran ver cine, mejor déjenlo. Esta película es pura intrascendencia, con una estética decimonónica de imitación, efectos especiales, peleas de monstruos, puentes y construcciones que desafían la gravedad (y la física) y un Drácula de opereta. Una incongruencia, a la altura de "El regreso de la momia". Pero me divertí mucho (y mi amiga y acompañante, también, no crean que soy la única).

3) Una canción que llevo metida en la cabeza: Big spender, Shirley Bassey.

4) Una cita muy juiciosa, que cada vez me lo parece más:
Alaba las fincas grandes; cultiva la pequeña
Geórgicas II, 397

5) Ayer me bebí litro y medio de un refresco de té al limón (marca Hacendado), lo que viene a corroborar que soy compulsiva y con tendencia a desarrollar adicciones. Ésto último lo he contado sólo porque mis listas suelen tener cinco elementos y algo tenía que decir para acabar.

lunes, mayo 10, 2004

Tiempos modernos

1) Me han cambiado el aspecto del Blogger, con el consiguiente impacto en mis rutinas. Tremendo susto.

2) Más novedades: nuevo blog, de varios autores, llamado Punto de Encuentro. Ya se verá cómo evoluciona el experimento.

3) La presentación oficial del primer converso que he hecho al mundo blog: aquí les dejo con Esperpento, donde mi buen amigo escribirá algunas cosas, según le parezca.

4) Recomiendo la emisora de radio que me acompaña constantemente, Zouk Station, con canales temáticos, de música afro-antillana.

5) Me voy al cine a ver van Helsing. Ya he leído la crítica en Crisei que rebaja notablemente mis expectativas: éso es bueno, porque así, sin haberme hecho ilusiones, disfrutaré de lo que parece un buen entretenimiento, sin más.

viernes, mayo 07, 2004

you are leela
You are Turanga Leela


What Futurama Character are you?
brought to you by Quizilla

jueves, mayo 06, 2004

Estoy releyendo Dios, entre otros inconvenientes de Xavier Rubert de Ventós, un librillo de ensayos, sobre filosofía, lenguaje, moda, progreso y otras hierbas.
Lo más curioso es que lo estoy releyendo a mi pesar: encontré una referencia en Consumido que me despertó las ganas de leer ese libro en concreto, cuyo título no me sonaba de nada. Y al empezar a leerlo, me doy cuenta de que ya lo había leído hace unos años (desde que llevo cuenta de lo que leo en este blog ya no me pongo tan redundante). Tampoco me voy a quejar, porque lo estoy pasando bien, que es lo que importa.
Y empieza así:
"La experiencia me dice que cuando todo el mundo se pone de acuerdo para criticar algo, es más la complicidad del grupo que la objetividad del juicio lo que a menudo está en juego. Un exceso de unanimidad me ha parecido siempre algo sospechoso, cuando no temible. Todo consenso demasiado general acostumbra ser el prólogo que anuncia (o el epílogo que legitima) algún tipo de linchamiento, físico o moral. De ahí seguramente mi tendencia a reaccionar frente a ello..."

Y sigue por aquí:
"¡Si uno no cree en la Creación o en la Comunión de los Santos, ya me dirán ustedes cómo va a creer en la Historia o en la Revolución! ¡Si no cree en la más plausible y terrible causa de todos los males, a buenas horas va a creer en otro chivo expiatorio -ayer el comunismo, hoy el integrismo, etc.- encargado ahora de tomar su relevo!"

De paso, creo que me voy a releer el Elogio de la ociosidad de Bertrand Russell, que es ocurrente y muy moderno (en el sentido clásico: se escribió a principio de los años treinta).

martes, mayo 04, 2004

"¿Qué fruto podemos estimar que dio a Varrón y a Aristóteles el conocimiento de tantas cosas? ¿Acaso les libró de los males humanos? ¿Acaso quedaron exentos de los accidentes que acechan a un ganapán? ¿Sacaron de la lógica algún consuelo para la gota?..."
Montaigne, Ensayos, II, XII

Pues yo no he sacado ningún consuelo de estas ideas mientras he estado enferma, se lo aseguro. Ya lo decía Chesterton, no hay nada más poético que no estar enfermo.
"Yes, the most poetical thing,
more poetical than the flowers, more poetical than the stars--
the most poetical thing in the world is not being sick
."
El hombre que fue Jueves

domingo, mayo 02, 2004

Para ir haciendo boca mientras esperamos el estreno, aquí dejo un Hellboy Quiz, para que se identifiquen con alguno de los normalísimos personajes de la película. A mí me salió Hellboy, juas.

Y estoy leyendo "La danza de la realidad" de Alejandro Jodorowski, una autobiografía a la manera personal del autor, historia de historias, recuerdos contados según el hilo que los une. Es un curioso libro, por lo menos. Y aquí dejo la página oficial de este guionista de cómics, poeta, escritor, actor, cómico, mimo, director de cine (y psicomago, según parece).
El enlace procede de Historias vulgares, quede claro.