domingo, octubre 28, 2007

He ido al cine a ver Un funeral de muerte, esperando una de esas comedias costumbristas inglesas con un toque de humor negro. Considerando la escasez de este género de películas, vale la pena verla, y Alan Tudyk está muy gracioso (en la serie Firefly se veía su talento de comediante). No es una obra cumbre, no pasa de tener un par de buenos golpes de absurdo y disparate, y creo que le falta alguna carga de profundidad dirigida a la hipocresía, a las relaciones sociales, algo más de esa burla satírica que hace grande una comedia, que le da fundamento. Pero sigue siendo un entretenimiento aceptable.

Tampoco ayudó a que disfrutase de la película la jauría de jovencitas en la sala, y es una más de las razones por las que voy poco al cine: si tengo que ir al mini centro comercial de la ciudad, porque no hay más salas, y tengo que aguantar las condiciones y la oferta miserable, prefiero limitarme a ver películas en el sofá de mi casa, donde la cartelera ofrece más opciones. Y espero que sea la última vez que tropiezo en esta piedra.

Es buen momento para recordar algunas otras películas, como El jardin de la alegría (Saving Grace, 2000), o Despertando a Ned (Waking Ned, 1998), de un estilo similar, que me hicieron reír bastante más. Y, por supuesto, en una categoría muy superior, algunos clásicos del cine inglés, que puede que fueran fuente de inspiración para esta película, como Whisky Galore! (1949) titulada en español Whisky a gogó, una comedia con un encanto que es imposible no añorar.

domingo, octubre 21, 2007

Dos errores en el flamante El País Semanal, que me han amargado la lectura. Primero, bisagra escrito con "v" (p. 45). Segundo, un comentario sobre "la princesa Genji, la heroína de la primera novela de Japón, La historia de la princesa Genji (1007), de Murasaki Shikibu" (p. 126). Se refiere a La novela de Genji, o La historia de Genji, cuya autora es Murasaki, sí, pero que narra la vida y romances del príncipe Genji. Un error que puede atribuirse al descuido, a un trabajo de documentación deficiente, porque comprobar un nombre, un título, me parece elemental (hubiera sido suficiente una consulta en un buscador de internet, un minuto).
Pero parece que es un signo de los tiempos el ver cada vez más frecuentemente faltas en la ortografía y en la sintaxis, y faltas de rigor en general, sin que nadie proteste (y los que lo hacen son tenidos por inquisidores y aguafiestas).
Otro error que veo extenderse por todas partes, es el uso del plural de "hubo" (me niego a escribirlo) en su forma impersonal: por favor, siempre se usa "hubo", sea "hubo mucha gente" o "hubo muchas personas". La otra forma plural que he visto por ahí, simplemente no tiene sentido.
Y ahora pueden acusarme de talibanismo ortográfico (una expresión que no deja de tener gracia).

sábado, octubre 20, 2007

1) He acabado de leer El caso Jane Eyre, de Jasper Fforde, un libro sobre detectives literarios en una Inglaterra alternativa, con dodos clonados como animales de compañía, brechas temporales, dirigibles, y otros detalles un poco steampunk. Entretenida, aunque exige algunas lecturas previas: si no sabes ni quién es Jane Eyre (ni siquiera por una adaptación televisiva o algo así), te vas a perder buena parte de la gracia. Tampoco hace falta ser entusiasta de Jane Eyre para divertirse con su Caso: es divertido y escrito con ingenio.
Evidentemente, si la literatura no te interesa en absoluto, no vas a leer un libro con este título (ni probablemente ningún otro), pero todos los demás seguro que disfrutarán con esta Inglaterra donde la autoría de las obras de Shakespeare es motivo de polémica entre verdaderas sectas y se puede sobornar con una página de poesía. Además, la protagonista se llama Jueves, Thursday Next.

2) Y luego, unos capítulos de Doctor Who del 2006, que, casualmente, transcurren en un universo paralelo, de nuevo en una Inglaterra con dirigibles (aunque más ominosa). Esta serie cada vez me gusta más, y lo encuentro normal, porque un montón de cómics, historias, series que he seguido con entusiasmo en mi vida llevaban consigo la herencia de las series clásicas, el rastro de aquella originalidad (a todo ésto, en las teles autonómicas emitieron alguna de aquellas series, allá por los ochenta: tengo en la memoria un Doctor Who de larga bufanda, el cuarto debía ser). Así que ver esta serie es como volver a los orígenes de lo que nos gusta en la ficción, unos orígenes renovados y actualizados, pero genuinos.
No puedo evitar esta sensación, cada capítulo consigue hacerme sentir que todo lo que sucede es perfectamente razonable, incluso me resulta familiar y cercano: quizás el gran encanto de la ciencia ficción de calidad sea que nos hace sentir en casa.
Y podría seguir parloteando de las maravillas de esta serie, de su poder dramático, de su hábil combinación de terror, desasosiego y comedia, de la personalidad frívolamente terrible del Doctor, de cómo un protagonista puede tener no ya zonas grises, sino negras, negrísimas, y no hacerse odioso. Pero mejor me remito a un comentario favorable y muy bien escrito, y a un sabio consejo de un seguidor.

jueves, octubre 11, 2007

Mientras volvemos, unos minutos musicales: con todos ustedes, la banda sonora del mes que me he tirado rodando por ahí:

1) en Llámame Lola, que es un sitio estupendo para ver imágenes en movimiento, sacaron una referencia al Cuarteto de Nos. En cuanto ví el vídeo (varias veces), quedó la canción ya definitivamente incorporada a mi repertorio de tarareos obsesivos. El resto del disco se lo buscan por ahí, como hice yo. Y luego lo compran (o no).

2) desde Katarsis, una selección de ska, lista para escuchar, un regalo. Algunos temas golpean con desconsiderada nostalgia, pero se pasa bailando.