domingo, agosto 20, 2006

1) Para que se hagan una idea (si les apetece) del libro que comentaba, dejo un fragmento de Las bodas de Cadmo y Harmonía de R. Calasso.

2) Estoy leyendo Viajeros medievales. Los ricos y los insatisfechos de Margaret W. Labarge (ed. Nerea), y me está gustando: el estilo es ameno, y el tema interesante. Ha sido un hallazgo casual en la biblioteca pública, al buscar otro libro que no encontré. Últimamente confío la elección de mis lecturas un poco al azar. Y no me va mal.

3) Nada que hacer, horarios restringidos, ningún servicio, mucho calor. Esta ciudad a veces me exaspera en su incompetencia, en su limitación. El único cine que queda está en un centro comercial rodeado de nada: hay que ir a propósito hasta allí, juntando voluntad, y luego afrontar la vuelta caminando hasta encontrar dónde tomarse esa cerveza (que te bebes como un dipsómano).
Peor aún es que falle algo y te quedes sin película, después del paseíto: empiezas a poner al cielo por testigo de que nunca volverás a ir al cine, y cosas así.

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