viernes, julio 21, 2006

84, Charing Cross Road, Helene Hanff
Permitir que se apague el entusiasmo antes de escribir las alabanzas de un libro que nos está gustando, puede parecer prudente. Pero también es injusto, porque ¿quién es tan avaro de no compartir el entusiamo?
Y así, me he contagiado alegremente, a partir del comentario en Veleidades Vitales. Por esta recomendación, desde este momento, mi deuda con C. Martín (lectora pertinaz) es perpetua.

El libro me ha llegado a las manos justo a tiempo, porque me encontraba en un momento de inercia, abandono e indolencia lectora, como para llamar al alienista más famoso.
Qué maravilla, qué bien comprendo algunas palabras de la señorita Helene Hanff, cómo envidio esa correspondencia, esa amistad en la distancia, esa buena voluntad entre desconocidos, esa perfecta sintonía entre personas que aparentemente sólo establecen una relación comercial. Siempre me ha parecido que un librero es algo más que un vendedor de libros. Ahora lo creo mucho más.

¿Acaso no es hermoso sumergirse en un mundo donde, a pesar de todas las restricciones físicas, se podía mantener una correspondencia con los dependientes de una librería al otro lado del Atlántico e incluso enviarles comestibles para paliar el racionamiento?.
¿No es fantástico unirse al club de admiradores de este libro, que dió fama a su autora por lo que mejor sabía hacer, por leer, nada más y nada menos, (y por escribir cartas a su librero haciéndole pedidos)?

Bien, y ahora tendré que comprarlo. Hay libros que necesito poseer, y éste es uno de ellos: las palabras de sus páginas se han quedado a vivir conmigo. Y en versión original ha de sonar mucho mejor.

14 East 95th St.
9 febrero 1952

INDOLENCIA:
podría PUDRIRME aquí aguardando a que me envíen algo para leer. debería pasar inmediatamente por Brentano, y lo haría sin duda..., si no fuera porque todo lo que busco está agotado.
Puede añadir las Vidas de Walton a la lista de libros que no me envía. Va contra mis principios comprar un libro que no he leído previamente: es como comprar un vestido sin probártelo, pero lo cierto es que aquí no es posible conseguir las Vidas de Walton ni en una biblioteca pública.
Es posible consultarlo, sí. Lo tienen, por ejemplo, en la biblioteca de barrio de la calle 42. ¡Pero no te lo puedes llevar en préstamo!, como me dijo en un tono casi escandalizado la blibiotecaria: tienes que tragártelo allí. sentarte en la sala 315 y leerlo de un tirón, sin poder tomar una taza de café, fumar un cigarrillo o salir a respirar una bocanada de aire fresco.
No importa. Q lo citaba ampliamente, así que ya sé que me gustará. me gustan las mismas cosas que a él..., salvo sus obras de ficción. jamás he conseguido interesarme por cosas que sé que jamás ocurrieron a personas que nunca han vivido.
¿y qué hace usted ahí todo el día, sentado en la trasera de su tienda y leyendo sin parar? ¿por qué no trata de venderle algún libro a alguien?

mis Hanff para usted.
(Soy helene, pero sólo para mis AMIGOS)

p.d. dígales a las chicas y a nora que, si todo va bien, tendrán medias de nailon para esta Cuaresma.

1 comentario:

CMartín dijo...

Si quieres, puedes cambiar el enlace a este: http://misprimerasveleidades.blogspot.com/2006/06/84-charing-cross-road-helene-hanff.html

(ando recuperando el antiguo veleidades vitales, como si me sobrara el tiempo, je)

Por cierto, mira a ver si pones que los comentarios salgan en la página del post y no en ventana aparte, que quiero enlazar justo este post tuyo y no se puede de forma singular, sólo si pongo todo el año. Venían las instrucciones en la página de blogger, yo lo hice siguiéndolas.

Y ya de paso actualiza, que nos tienes de un abandonao... :-))