sábado, abril 22, 2006

Tengo la teoría de que hay libros que sólo llegan a disfrutarse si se han hecho otras lecturas previas (o se tiene una cierta edad, ciertas experiencias, o lo que sea que le haga a uno menos impaciente y más juicioso, si es posible tal cosa). Igual que hay plantas que sólo arraigan en ciertos sustratos, estos libros sólo echan raíces en nosotros cuando existe el adecuado sedimento.

En cambio, hay otros libros que pueden devorarse en cualquier momento, con cualquier humor y predisposición, a cualquier edad. Y siempre nos agradan. No es mejor ni peor, sólo es diferente.

Así que supongo que todos tenemos nuestros favoritos de ambas clases y supongo, también, que existen Libros Renombrados Que No Hemos Podido Tragar, libros que ejercen una dura resistencia a nuestra voluntad de leerlos.
Puede que no nos cayesen en las manos en el momento adecuado, pero seguro que hay más lectores que no han podido con La Montaña Mágica, con Faulkner, o Los Miserables, o Dostoievski. Y ahora que se va a celebrar el Día del Libro, puede que sea buen momento para confesar que hay libros clásicos, muy recomendados, que encuentro insoportables.

No hay comentarios: