Hace 2 días
viernes, febrero 27, 2004
jueves, febrero 26, 2004
Me han pillado haciendo trampas para trucar el resultado del test. Pero, ¿quién dijo que estos tests fuesen algo científico??
You are HOBBES! You are a great friend. You are
also have a little rebelish side to you. You
like looking at the babes but that doesn't get
in the way of your friendship, most of the
time.
Which Calvin And Hobbes Character Are You Most Like?
brought to you by Quizilla
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domingo, febrero 22, 2004
El maestro y Margarita, de Bulgákov es una novela hermosa, fantástica como un carnaval, burlona y triste. Nunca aburre, siempre sorprende. Su humorismo se encuentra escondido en los detalles, en la riqueza de su realismo, del que saltan, como destellos, momentos de magnífico surrealismo. El diablo, con su increíble séquito, visita Moscú, y lo que sucede a continuación, desde que Berlioz pierde la cabeza (literalmente), hasta el espectáculo de magia negra ofrecido al público moscovita, y el triste destino de la dirección del teatro donde se ofrece, todo sigue el impecable camino de las causas y sus consecuencias, y, además, es completamente disparatado. El gato Popota es mi personaje favorito; no puedo resistir esa imagen de un gato parlante que camina sobre dos patas y pretende pagar el tranvía.
Y en medio de toda esta rocambolesca historia, aparecen, haciendo de fondo satírico, todos esos asuntos de los que no creo que se pudiera hablar por aquel entonces: el problema de la vivienda en la capital, los privilegios de los escritores con carnet, la codicia y la miseria entrelazadas, la ansiosa acumulación de divisas, las denuncias anónimas, las personas que desaparecen de la noche a la mañana sin que nadie se atreva a preguntar por ellas, las comilonas de los que pueden permitírselo, las habitaciones con cocina comunitaria del resto... Pero son sólo un fondo, una estampa alegre y tornadiza que apenas da tiempo a ver, entretenidos como estamos por la historia en sí.
De todos modos, no resisto la tentación de poner en relación unos pasajes que transcurren en un manicomio (donde se encuentran unas cuantas víctimas de la visita diabólica, nada locas, pero incapaces de hacerse creer) con una novela de Chesterton, titulada La esfera y la cruz. Y todo, porque en ambos casos el diablo hace su aparición, y todos acaban en el manicomio. También es una novela muy divertida, y recomiendo ambas.
Repito el enlace a otra opinión sobre El maestro y Margarita, por si hay quien se interese.
Y en medio de toda esta rocambolesca historia, aparecen, haciendo de fondo satírico, todos esos asuntos de los que no creo que se pudiera hablar por aquel entonces: el problema de la vivienda en la capital, los privilegios de los escritores con carnet, la codicia y la miseria entrelazadas, la ansiosa acumulación de divisas, las denuncias anónimas, las personas que desaparecen de la noche a la mañana sin que nadie se atreva a preguntar por ellas, las comilonas de los que pueden permitírselo, las habitaciones con cocina comunitaria del resto... Pero son sólo un fondo, una estampa alegre y tornadiza que apenas da tiempo a ver, entretenidos como estamos por la historia en sí.
De todos modos, no resisto la tentación de poner en relación unos pasajes que transcurren en un manicomio (donde se encuentran unas cuantas víctimas de la visita diabólica, nada locas, pero incapaces de hacerse creer) con una novela de Chesterton, titulada La esfera y la cruz. Y todo, porque en ambos casos el diablo hace su aparición, y todos acaban en el manicomio. También es una novela muy divertida, y recomiendo ambas.
Repito el enlace a otra opinión sobre El maestro y Margarita, por si hay quien se interese.
jueves, febrero 19, 2004
Aquí morarás, bajo los mortecinos árboles, hasta que el mundo cambie y saldes la cuenta de tus largos años de vida...
Un amigo me había dicho que no soy capaz de acordarme de esta frase de la maldita película, pero espero cerrarle la boca con esta demostración. Y sin copiar.
Y todo por una discusión acerca de si los diálogos son o no pomposos y pedantes. Pues no te quiero decir cómo hablan en las Sagas o en los poemas épicos: es cosa del género, y está bien que sea así. Me pregunto si en la próxima película sobre Troya van a meter frasecitas tipo "Hera, la de níveos brazos", porque en el cine se van a partir de risa.
Otra cosa es que las frases que suelta Théoden le hayan hecho ganarse el apodo de Théoden El Obvio (mi amiga Susana dixit): te rodean los orcos, empiezan a coserte a flechazos y vas y dices "comienza la batalla" (menos mal que había alguien con estudios para decirlo, que si no, los demás pensaban que los orcos venían a tomar un té con pastas, juas). No sé qué haríamos sin estas aclaraciones.
En fin, voy a dejar el tema ESdLA, que me estoy volviendo una plaga para mi propia vida social. Sigh.
Un amigo me había dicho que no soy capaz de acordarme de esta frase de la maldita película, pero espero cerrarle la boca con esta demostración. Y sin copiar.
Y todo por una discusión acerca de si los diálogos son o no pomposos y pedantes. Pues no te quiero decir cómo hablan en las Sagas o en los poemas épicos: es cosa del género, y está bien que sea así. Me pregunto si en la próxima película sobre Troya van a meter frasecitas tipo "Hera, la de níveos brazos", porque en el cine se van a partir de risa.
Otra cosa es que las frases que suelta Théoden le hayan hecho ganarse el apodo de Théoden El Obvio (mi amiga Susana dixit): te rodean los orcos, empiezan a coserte a flechazos y vas y dices "comienza la batalla" (menos mal que había alguien con estudios para decirlo, que si no, los demás pensaban que los orcos venían a tomar un té con pastas, juas). No sé qué haríamos sin estas aclaraciones.
En fin, voy a dejar el tema ESdLA, que me estoy volviendo una plaga para mi propia vida social. Sigh.
lunes, febrero 16, 2004
El Escorpión es un cómic al estilo clásico. Una historia de conspiraciones, marcas diabólicas, cardenales, envenenadoras bellísimas, reliquias robadas, ambientada en el siglo XVIII. Un protagonista que puede hacernos recordar a los mosqueteros de Dumas, o al Tenorio en su aspecto más burlón e irreverente, aunque creo que le debe más a Douglas Fairbanks haciendo de El Zorro...
Y, lo mejor de lo mejor, el dibujo de Marini, limpio, de colorido estupendo y encuadres bien hechos. Se ve calidad en los fondos, sean paisajes o arquitecturas, y algunas viñetas dejan bien claro que el dibujante se ha documentado de verdad: he creído reconocer unos cuantos cuadros famosos.
Claro que no es la obra maestra definitiva, pero está muy bien hecho y se disfruta, que no es poco.
En fin, algo malo ha de haber: los tomos son tan delgados que se leen en un vuelo, y dejan con ganas.
Aquí dejo la página de El Escorpión, en francés, con material gráfico de sobra.
Y, lo mejor de lo mejor, el dibujo de Marini, limpio, de colorido estupendo y encuadres bien hechos. Se ve calidad en los fondos, sean paisajes o arquitecturas, y algunas viñetas dejan bien claro que el dibujante se ha documentado de verdad: he creído reconocer unos cuantos cuadros famosos.
Claro que no es la obra maestra definitiva, pero está muy bien hecho y se disfruta, que no es poco.
En fin, algo malo ha de haber: los tomos son tan delgados que se leen en un vuelo, y dejan con ganas.
Aquí dejo la página de El Escorpión, en francés, con material gráfico de sobra.
sábado, febrero 14, 2004
Otra vez toca perderme el programa de radio sobre cine que tanto me gusta: me tendré que conformar con su página: Lo Que Yo Te Diga.
Porque esta noche hay fiesta en el Bronze...
si has entendido este chiste, es que también te va a gustar leer ésto en Crisei y ésto en P.Jorge y además eres un friqui de lo peor, que disfrutará haciendo este test:
Which Angel: the series Character Are You?
brought to you by Quizilla
Porque esta noche hay fiesta en el Bronze...
si has entendido este chiste, es que también te va a gustar leer ésto en Crisei y ésto en P.Jorge y además eres un friqui de lo peor, que disfrutará haciendo este test:
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martes, febrero 10, 2004
Siguiendo con la racha, he ido a ver la película Zatoichi, de Takeshi Kitano. En español: aquí
Bien, primero confesaré que me gustan las películas de samuráis, el western, los cómics y los dibujos animados. Con esta información previa, ya puedo decir que me ha parecido una película estupenda, entretenida, divertidísima, humorística incluso, con una inspiración clásica para los momentos de tragedia (que también los hay).
Digámoslo así: tiene un poco del Yojimbo de Kurosawa, otro poco de humor, una violencia estilizada que ni ofende, y ese efecto que otorga el manejo rapidísimo de una espada, en un visto y no visto, y que creo que sólo he visto en el cine japonés. Lo más curioso es que tampoco hay tantas cuchilladas, son rápidas, con mucha sangre (he leído que el director lo hizo a propósito, para restar realismo y violencia: funciona) y total, que lo que importa es la historia. Una trama más complicada de lo que parece al principio, con giro final para sorprender al público.
Es un gusto ver una película tan ágil, que no se demora inútilmente en mil planos repetitivos como recurso facilón, que mantiene buen ritmo hasta en los flash backs, que te mantiene interesado sin aflojar... Y la historia de las dos geishas asesinas no tiene desperdicio (no puedo contar más).
Es la mejor película que he visto en el cine en lo que va de año. Así de claro.
Todos los que tengan la opción de elegir entre El último samurái y Zatoichi, no deberían ni pararse a considerarlo: Zatoichi es auténticamente cine, y la otra es un mero entretenimiento (de los que sirven para llenar una tarde particularmente anodina).
Casi lo olvido: la música está muy bien dispuesta, y la escena final de todo el pueblo bailando una especie de batucada-claqué, es indescriptible.
Aquí dejo una crítica bastante reveladora del argumento.
----------------------------------
Y ahora, unas curiosidades que me han surgido:
Yojimbo, una película que me encanta, se inspiró en el relato de Dashiell Hammet Cosecha Roja; pero aquí no acaba la cosa, porque el argumento de esta película fue calcado (escenas enteras) en el western Por un puñado de dólares (de Sergio Leone) con Clint Eastwood en el personaje que hacía Toshiro Mifune. Qué de vueltas dan las historias.
El personaje de Zatoichi, que, por lo visto, es muy popular en Japón, aparece también en los cómics de Usagi Yojimbo que comenté, como Zato Ino, un samurái ciego (y desnarigado, por más señas), y es un cerdo. Cosas de los cómics de animalitos.
Bien, primero confesaré que me gustan las películas de samuráis, el western, los cómics y los dibujos animados. Con esta información previa, ya puedo decir que me ha parecido una película estupenda, entretenida, divertidísima, humorística incluso, con una inspiración clásica para los momentos de tragedia (que también los hay).
Digámoslo así: tiene un poco del Yojimbo de Kurosawa, otro poco de humor, una violencia estilizada que ni ofende, y ese efecto que otorga el manejo rapidísimo de una espada, en un visto y no visto, y que creo que sólo he visto en el cine japonés. Lo más curioso es que tampoco hay tantas cuchilladas, son rápidas, con mucha sangre (he leído que el director lo hizo a propósito, para restar realismo y violencia: funciona) y total, que lo que importa es la historia. Una trama más complicada de lo que parece al principio, con giro final para sorprender al público.
Es un gusto ver una película tan ágil, que no se demora inútilmente en mil planos repetitivos como recurso facilón, que mantiene buen ritmo hasta en los flash backs, que te mantiene interesado sin aflojar... Y la historia de las dos geishas asesinas no tiene desperdicio (no puedo contar más).
Es la mejor película que he visto en el cine en lo que va de año. Así de claro.
Todos los que tengan la opción de elegir entre El último samurái y Zatoichi, no deberían ni pararse a considerarlo: Zatoichi es auténticamente cine, y la otra es un mero entretenimiento (de los que sirven para llenar una tarde particularmente anodina).
Casi lo olvido: la música está muy bien dispuesta, y la escena final de todo el pueblo bailando una especie de batucada-claqué, es indescriptible.
Aquí dejo una crítica bastante reveladora del argumento.
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Y ahora, unas curiosidades que me han surgido:
Yojimbo, una película que me encanta, se inspiró en el relato de Dashiell Hammet Cosecha Roja; pero aquí no acaba la cosa, porque el argumento de esta película fue calcado (escenas enteras) en el western Por un puñado de dólares (de Sergio Leone) con Clint Eastwood en el personaje que hacía Toshiro Mifune. Qué de vueltas dan las historias.
El personaje de Zatoichi, que, por lo visto, es muy popular en Japón, aparece también en los cómics de Usagi Yojimbo que comenté, como Zato Ino, un samurái ciego (y desnarigado, por más señas), y es un cerdo. Cosas de los cómics de animalitos.
lunes, febrero 09, 2004
Recién estibado a bordo de las Bodegas, este nuevo relato
Los Tres Jinetes del Apocalipsis, del libro Las paradojas de Mr. Pond, G. K. Chesterton.
Los Tres Jinetes del Apocalipsis, del libro Las paradojas de Mr. Pond, G. K. Chesterton.
sábado, febrero 07, 2004
Parece que me voy a poner repetitiva. Porque iba a hablar de una película japonesa de dibujos animados que me dejó fascinada, hasta el punto de verla dos veces casi seguidas (bueno, en parte porque ese mundo animista-ecologista-legendario no es tan fácil de comprender para una persona prosaica como yo). Se trata de La Princesa Mononoke. Es una historia sorprendente, refrescante, extraña, como llegar a una costa desconocida.
Y ahora he conseguido otra película del mismo autor, que hace tiempo codiciaba: El viaje de Chihiro. Pueden leer una crítica, de las muchas que hay (todas buenas, quede claro). Estoy exultante y seguro que me paso un par de días de inmersión en el inconsciente japonés...
Para variar, he empezado a leer un libro que me han prestado: El maestro y Margarita, de Bulgakov. Humor surreal en la Rusia de los años 20. Seguro que me gusta, y me ayuda a superar mi aversión por los novelistas rusos (excepto Gógol, claro).
De regalo, un cuento de Gógol, El abrigo, que no tiene ninguna gracia, aunque está escrito con indudable humor.
Y ahora he conseguido otra película del mismo autor, que hace tiempo codiciaba: El viaje de Chihiro. Pueden leer una crítica, de las muchas que hay (todas buenas, quede claro). Estoy exultante y seguro que me paso un par de días de inmersión en el inconsciente japonés...
Para variar, he empezado a leer un libro que me han prestado: El maestro y Margarita, de Bulgakov. Humor surreal en la Rusia de los años 20. Seguro que me gusta, y me ayuda a superar mi aversión por los novelistas rusos (excepto Gógol, claro).
De regalo, un cuento de Gógol, El abrigo, que no tiene ninguna gracia, aunque está escrito con indudable humor.
martes, febrero 03, 2004
Una de las pocas series de dibujos animados que sigo con interés, es Samurái Jack, porque tiene varias cosas que aprecio de verdad: una historia entretenida, acción, y una estética cuidada. El dibujo a veces es casi expresionista, los colores vivos, los perfiles nítidos. Y la trama está llena de detalles de pura fantasía, con mucha imaginación, diversión, e incluso la música está bien elegida.
Hacía tanto tiempo que no me enganchaba a las series de dibujos, que ya creía haber llegado a una edad sin remedio... pero no, me queda cuerda para rato.
Por desgracia, sólo puede verse en televisión de pago y no pienso insultar la inteligencia de nadie desvelando cómo he logrado verla. Ya saben todos que hay medios para ello.
Y no soy la única que opina bien de estos dibujos.
Por supuesto, cuento estas cosas porque lo mejorcito que estoy leyendo son mis tebeos de Superlópez del siempre genial Jan. ¡Petisos carambanales, qué floja se presenta la cartelera del cine, además!!
Hacía tanto tiempo que no me enganchaba a las series de dibujos, que ya creía haber llegado a una edad sin remedio... pero no, me queda cuerda para rato.
Por desgracia, sólo puede verse en televisión de pago y no pienso insultar la inteligencia de nadie desvelando cómo he logrado verla. Ya saben todos que hay medios para ello.
Y no soy la única que opina bien de estos dibujos.
Por supuesto, cuento estas cosas porque lo mejorcito que estoy leyendo son mis tebeos de Superlópez del siempre genial Jan. ¡Petisos carambanales, qué floja se presenta la cartelera del cine, además!!
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