miércoles, febrero 13, 2008

De El mundo del príncipe resplandeciente, de Ivan Morris, cap. II:El marco.


La construcción abierta de la casa shinden y su íntima relación con el jardín eran características que le conferían un indudable atractivo. Sin embargo, por lo que a comodidad física se refiere, las viviendas heian, incluso las de los aristócratas más ricos, difícilmente podrían haber sido menos sugerentes. En particular, estaban mal equipadas para hacer frente a los rigurosos inviernos de la ciudad. Los redondos braseros de madera, que constituían el principal medio de calefacción, tenían escaso efecto sobre la temperatura de las grandes salas abiertas y los largos corredores llenos de corrientes. Esto repercutía directamente en las modas. Las mujeres debían protegerse con numerosas capas de ropa y, puesto que se trataba de una época de buen gusto, hacían de la necesidad virtud, y la sutil armonía de los colores de las diferentes capas constituía uno de los grandes artes de la vida cotidiana.


Pueden leer un fragmento mayor, si les apetece, acerca de la arquitectura de la época Heian en Japón (en torno al año 1000), las casas de los nobles, su mobiliario y otras curiosidades.
Hay mucho más en este libro, que trata de forma amena sobre un mundo que nos resulta tan lejano, ese sofisticado mundo en que se escribieron obras como La historia de Genji o El libro de la almohada, y me parece una gran ayuda para cualquiera que se haya acercado a estas obras, además de una lectura entretenida e interesante.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya tenemos otra nueva opción en blogger, podemos programar entradas futuras. Me parece muy útil.

Anónimo dijo...

gracias por el aviso y la visita:
saludos