miércoles, mayo 16, 2007

Lugares comunes.
(esas afirmaciones rotundas, que no se basan en más pruebas que la opinión generalizada, y cuya diaria repetición llega a irritar ya)

1) Vivienda. Si pagas un alquiler, al final no tienes nada (en cambio, pagar una hipoteca te convierte en propietario).
En ambos casos se consigue lo mismo: tener un techo sobre tu cabeza. En ambos casos el propietario es otro. La esperanza de que ese pisito donde vives sea finalmente tuyo, cuando te jubiles, es el cebo en el anzuelo de tu banco. No sólo tienen tu piso, te tienen a tí.
Y que alguien me demuestre, con números, esa gran ventaja de la compra sobre el alquiler. Hechos, por favor.

2) Natalidad. Si no crece, no habrá quien pague nuestras pensiones.
Hacer extrapolaciones para dentro de treinta años considerando que la situación va a permanecer inmutable me parece sin sentido. Además, plantearse tener hijos para que te paguen la pensión me parece una finalidad absurda (y mezquina) para la reproducción humana.

Y una natalidad baja es algo malo, malísimo
¿Por qué? ¿Acaso se necesita mano de obra masiva para segar el trigo o como carne de cañón para el ejército?
Y luego dicen que hay atascos.

3) Otras afirmaciones que, directamente, no entiendo cómo pueden justificarse: una máquina con ruedas te da libertad, los extranjeros vienen a quitarnos el trabajo, los funcionarios sí que viven bien, las mujeres tienen instinto maternal, los maestros tienen tres meses de vacaciones...
Y la luna está hecha de queso, aunque hay discusión aún sobre si es gouda o roquefort. Claro que sí.

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