La escritura, cuando manejada adecuadamente (como pueden ustedes estar seguros de que creo que lo está la mía), no es más que un nombre diferente que se le da a la conversación. Y al igual que nadie que se sabe en buena compañía se atrevería a hablar sin parar y a decirlo todo él, ---así ningún autor que comprenda bien cuáles son los límites del decoro y de la buena educación presumiría de pensarlo todo él. La mayor y más sincera muestra de respeto que se le pueda dar al entendimiento del lector consiste en repartir amigablemente con él esta tarea y en dejarle imaginar algo a su vez: tanto, casi, como el propio autor.
Por mi parte, estoy continuamente haciéndole cumplidos de esta índole y hago todo lo que está en mi mano para mantener su imaginación tan ocupada como lo está la mía.
Tristram Shandy, Laurence Sterne. Cap. Once, Vol. II
Hace 1 semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario