miércoles, junio 04, 2003

Me he enganchado a la serie "A dos metros bajo tierra" (los martes, once y media de la noche, en la 2), que me parece lo más original y entretenido que ponen por la tele en estos momentos (bueno, la otra serie que ponen antes, Las chicas Gilmore, también me parece divertida, pero no es lo mismo).
Y es que es imprevisible, sorprendente, porque en una serie de televisión parece que no van a caber tantos elementos: por ejemplo, golpes de humor negro, detalles cotidianos, toques surreales, momentos de desolación, fina ironía, personajes complejos, conflictos, muerte... Me pregunto cuánto les costó llegar a hacer una serie sobre unos hermanos que heredan una funeraria: no parece un tema que nadie se muera por producir (jar, jar, he hecho un chiste).
Los títulos de crédito del principio me parecen preciosos, dignos de Edgar Allan Poe, y muy propios... pero es que yo siempre he sido un poco gótica...

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