jueves, junio 19, 2008

continuación...
En cambio, hay otra tradición, en Mankell, en Ian Rankin, la de los policías cansados que caminan bajo la lluvia (o la nieve) con los pies llenos de barro, empapados de soledad, de licores, de comidas grasientas e improvisadas.
Investigaciones donde asoma el horror, que se resuelven casi a fuerza de aburrir las pruebas, de un realismo sin ironía. Y hay un retrato de sociedades desoladas, donde bajo un aparente orden sólo hay hipocresía y sordidez.
No hay humor, ni el brillo de un detalle de vida cotidiana bajo una luz favorable, ni gastronomía, ni calor. Sin dar lecciones, sin moralina extra, simplemente contando lo que hay, grandes escritores, mirando al mar del Norte.

2 comentarios:

Rapunzell dijo...

Gracias a una contención en la compra y a que una semana de enfermedad no me permitía dormir por las noches, he llegado a terminar casi todos los libros que tenía acumulados, pendientes de leer.

Así que creo que tomaré una hoja de papel, anotaré algunos de los títulos delos que hablas aquí y que siempre me inspiran interés, y me acercaré a la biblioteca del barrio...

... si es que ya han terminado la reforma y vuelve a estar abierta :)

Anónimo dijo...

suerte en la biblioteca, y recuerda que siempre se puede solicitar que compren libros que te gustan...
Saludos y mejórate.