Nadie es perfecto es un diario cinematográfico, que ha abierto hace poco, muy entretenido y con sentido del humor. No sólo invoca el recuerdo de las películas que vimos, además contagia unas inmediatas ganas de volver a verlas. Y así difunde este terrible vicio que es la cinepatía.
Otro cinépata, más veterano, es Otis B. Driftwood
que cumple un año escribiendo sobre cine en La Remington. Mis felicitaciones. Y poco más puede decirse, salvo advertir que si lo empiezan a leer, no podrán dejarlo: es adictivo y muy recomendable.
Y en medio de esta flojera agosteña, en que toda actividad va como al ralentí, algunos resisten y otros, incluso vuelven. Grandes noticias, por Júpiter.
Hace 2 días
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