miércoles, enero 28, 2004

Al final, me ha gustado El último samurái, aunque reconozco que todas las críticas que he leído tenían su razón de ser.
Lo cierto es que yo he pasado un rato estupendo, viendo una película bien construída, sin defectos de guión, con buen ritmo y todos los requisitos imprescindibles en una buena película de aventuras. Pero además, hay momentos emocionantes, distribuidos con medida, y suficientes explicaciones acerca de la cultura japonesa para que, sin pasarse, resulte comprensible (tampoco es un tratado sobre el arte japonés de la guerra, evidentemente). La ambientación, la fotografía, los paisajes, las armaduras, las espadas, todos los detalles me han hecho disfrutar de la película. Entiendo que no todo el mundo encuentre de su gusto tales asuntos, así que, ustedes mismos...

De los actores, mi preferido es Ken Watanabe (Katsumoto), que tiene un papel hecho para lucirse, la verdad. En la presencia de tantos secundarios perfectos, bien caracterizados, sí que he visto la influencia de Kurosawa: muchos de estos personajes parecen sacados de una de sus películas, y contribuyen mucho a dar autenticidad. De Tom Cruise sólo diré que, al menos, está correcto. Evidentemente, eché de menos a otro actor más consistente, más hecho, e incluso correoso, que le habría sacado más partido al papel. Pero éso es asunto del productor...

Reconozco (y será el único comentario objetivo que soltaré) que es una película efectista. Lo cual quiere decir que todo lo que aparece cumple su cometido con un mínimo de sutileza. No hay sorpresas ni el argumento hace ningún quiebro inesperado. Es una película americana: nada de experimentos, y todos sabemos que el protagonista no puede morir. No creo que esté desvelando nada del argumento con esta afirmación...
Finalmente, diré que a mí no me parece mal el efectismo, siendo una película del género que se trata, y estando bien hecha. El homenaje a La carga de la brigada ligera incluso me ha gustado; aunque nadie hacía estas cosas como Michael Curtiz, la escena tiene aliento épico (siempre quise decir esta frase!!)

He ido a ver la película con cierto prejuicio contra ella, esperando ver nada más que un entretenimiento, algo insustancial, pero, quizás precisamente por mi falta de expectativas, he disfrutado de una aventura de aire clásico, que, como ya he dicho, me ha acabado gustando mucho más de lo esperado.
Tampoco es Master and Commander (que me entusiasmó y mucho, las dos veces), pero puedo recomendarla a los amigos con tranquilidad.
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Una curiosidad que he encontrado: el palmarés de los Oscar de 1936, que me ha dejado preguntándome porqué estos grandes premios sólo alcanzan de refilón a las películas que de verdad acaban quedando triunfantes contra el tiempo. Y, de paso, vean qué pedazo de películas se hicieron ese año. Michael Curtiz, William Wyler, Frank Capra, Howard Hawks... Qué tiempos.

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