miércoles, noviembre 05, 2003

Kim (completo, en inglés) es un gran libro de aventuras, que supongo que hoy día se encuentra bastante relegado, seguramente por ser su autor, R. Kipling, un notorio imperialista. El caso es que, en medio de toda su incorrección política, de su Indostán legendario y supongo que irreal, y de su bucólica presentación de la dominación inglesa, hay una historia de aventuras, de cómo un niño crece y cambia, de cómo un viejo santón budista encuentra un discípulo, de cómo un tratante de caballos afgán encuentra un amigo, y de cómo el Gobierno de Su Majestad educa a un futuro espía en el Gran Juego... En un ambiente variado, colorista, a veces cómico, lleno de personajes interesantes y bien descritos, desde gentes del bazar a espías, sabios, asesinos, campesinos, ancianas charlatanas, criados, santones, comerciantes o ladrones.

De las películas que se han hecho sobre esta historia, prefiero la versión de 1950, titulada Kim de la India, aunque reconozco que tiene un reparto difícilmente creíble, con un niño rollizo de protagonista pretendidamente flexible y listo, y el mismísimo Errol Flynn, algo ajado ya, como el afgano Mahbub Alí... en fin, una cosa más bien kitsch. (La sinopsis de la película es pura invención, nada que ver con la realidad)

Finalmente, dejo aquí un fragmento de Aproximación a la aventura, para quien tenga interés. Un ensayo teórico sobre el género.

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