domingo, septiembre 07, 2003

Ya he visto la esperada película La Liga de los Hombres Extraordinarios: para empezar, debo avisar que el cómic me gustó mucho, con lo cual no estaba predispuesta a aceptar sin más cualquier cosa que me contasen. Vean una crítica del cómic.

Aun así, poniéndome en el lugar de aquellos que no hayan disfrutado del cómic, diría que la película tiene todos los ingredientes necesarios para componer una buena aventura, pero no consigue emocionar ni involucrar al público como debiera. Los personajes resultan poco densos, les falta algún rasgo que despierte la simpatía o la antipatía, carácter, maldad, defectos, virtudes. Pueden ser comprensibles, morbosos, e incluso atractivos, pero poco. Les falta pasión.
Curiosamente, la única que parece darle un poco más de vida a su papel es Mina, la vampiresa que interpreta Peta Wilson. Hasta el Doctor Jeckill es tópico y su Mister Hyde, redimido en sus buenas acciones, es poco convincente (se supone que es un personaje básicamente amoral y violento...).

Tampoco vendría mal un poco más de vida cotidiana: los héroes de la historia apenas aparecen en una calle normal de la populosa Londres, ni se cruzan con la gente corriente de París, ni hay asomo de que la trama suceda en un entorno real (ni realista). En cambio, hay exhibición de sombríos paisajes urbanos, mucha ambientación en nobles edificios, grandiosa decoración, coches y cohetes anacrónicos, lluvias de balas y surtido de peleas sin emoción (si los héroes son invulnerables, para qué preocuparse). Qué hay de los tugurios infames, los fumaderos de opio de Limehouse, las callejuelas llenas de prostitutas de París... qué hay del realismo, de la vida. Ya sé que es una aventura fantástica, pero aunque se sitúe la acción en Plutón, hay que contar con la naturaleza humana, con una trama y una buena dosis de peligro y emoción para conseguir que una historia de aventuras sea aceptable.

Y ahora, lo que no perdono a la película como lectora del cómic: la aparición de dos personajes nuevos que no aportan nada, como son Dorian Gray y Tom Sawyer. Y sobre todo, el haber relegado a la líder indiscutible de los Caballeros Extraordinarios, Miss Murray, en favor de Quatermain... (puedo entender que sea una vampira, porque cinematográficamente resulta, pero no que pierda su liderazgo y se pierdan con ello todos los enfrentamientos entre sexos, que tanto hubieran animado la historia).

Al fin, es una película que entretiene una sola vez: es para verla y pasar a otra cosa. Al menos, garantiza una tarde entretenida, que no es poco tal como viene el cine últimamente. Pero, desde luego, sigo recomendando Los Piratas del Caribe (si la han visto una vez, vuelvan a verla otra vez, antes de pasar a ver a los Hombres Extraordinarios).
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Ah, y ya puedo caminar un poco, aunque sin excesos. Lo suficiente para llegarme hasta el cine, que es lo que importa!!

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