Cómo ser mujer, Caitlin Moran
Me he reído leyéndolo, mucho, muchísimo, a carcajadas y con lágrimas en los ojos. Es impresentable, indecente, ridículo, absurdo, tal como prometía: es como una conversación con amigas un poco borrachas. Por supuesto, cada vez que entra en el plano teórico, pierde ese encanto, pero, total, unos pocos capítulos de abstracción no estropean el libro, simplemente sirven de descanso entre las carcajadas.
Sospecho que ésta es una lectura 'femenina'. Y no tengo que justificarme.
Hace 1 semana