martes, abril 29, 2014

"Caxton no era un gran tipógrafo. Esa fue una de las principales razones por las que apreciaba a Wynkyn de Worde, el joven que le sucedería al frente de su imprenta londinense. De Worde fue el primer impresor d Fleet Street, donde se instaló alrededor de 1500. Allí comenzó a incorporar una amplia gama de fuentes europeas a sus publicaciones, que no tardaron en conocer la fama. De Worde aprovechó la creciente demanda de ediciones más baratas; así, vendió textos de gramática a las escuelas, a la vez que imprimía novelas, poesía, música y libros infantiles ilustrados para su puesto de libros aledaño a la catedral de San Pablo. Llegado el siglo XVI, sus innovaciones eran imitadas en toda Europa. Sólo habían pasado cincuenta años desde Gutemberg y la revolución del tipo móvil hacía las delicias del común lector y provocaba el recelo de la Iglesia"
SIMON GARFIELD, Es mi tipo. Un libro sobre fuentes tipográficas. Cap. 5, Las manos de los hombres iletrados

(Recordando al protagonista de la novela de Terry Pratchett, La verdad. Wynkyn de Worde. Este detalle me ha hecho muchísima gracia)

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