viernes, agosto 01, 2003

Estaba yo leyendo (qué sorpresa!) una novela que me han recomendado, titulada El pensamiento de los monstruos, de Felipe Benítez Reyes. Y he dado en pensar (costumbre nefasta) que me recordaba a otras novelas, también españolas, también modernas: tiene que ser casualidad, porque apenas leo novelas. Y, de las novelas que leo últimamente, casi ninguna me ha dejado huella en la memoria (si es que tengo una memoria como los hornos de los anuncios: autolimpiable).
A lo que iba, que todas ellas parecen pertenecer a un nuevo género: un friki (más o menos patético, más o menos creíble) cuenta una aventura detectivesca y cada vez más disparatada, en la que se cruza con variedad de fauna nocturna, colorido local, putas y travestis, max estrellas y don latinos, todo ello aderezado con pensamientos y reflexiones propios. Vamos, un cuadro de la decadente vida en una moderna ciudad española... relatado en primera persona por un entrañable marginal (con el que es fácil sentirse identificado o identificar a nuestros mejores amigos: ¿qué pasa?, yo también soy friki)

He aquí una muestra, por orden de lectura:

1) El misterio de la cripta, de Eduardo Mendoza (obra precursora del género, de 1979, e iniciadora de una serie). He aquí un estudio sobre su genial autor.

2) Payasos en la lavadora, de Álex de la Iglesia (lo leí en un tren, yendo a Zaragoza, y mis risas enloquecidas asustaron a una señora que leía el abc: en realidad no hay ninguna investigación que sirva como excusa, simplemente un friki de primera división en las fiestas de Bilbao, pero ¿éso importa?)

3) Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de Pablo Tusset (es muy gracioso, pero yo no lo acabé de leer, porque de todo se cansa una: qué se le va a hacer, no soy una lectora ni paciente, ni disciplinada, y, a veces, ni lectora...)
Ah, se está rodando un película sobre este libro, y la protagonizará Pablo Carbonell (viva!)

En resumidas cuentas, no está mal esta literatura de humor: hay que decir cosas buenas de ellos, porque este es un género difícil. Y muy escaso en español. (Y aquí acabaron sus méritos: ahora, cada cual decida; "at your own risk")

Mientras tanto, me he pasado a otra cosa, y estoy leyendo una biografía de Billy Wilder, titulada Aquí, un amigo. Intenté conseguir Nadie es perfecto, pero es un libro muy solicitado en la biblioteca pública.

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